Diálogo astral
-Hoy desperté lleno de energía. De hecho siento que yo soy el sol, siempre presente, siempre poderoso, siempre iluminando toda la verdad.-Dijo Matías “Matt” Withnam con entusiasmo.
-Cuidado, sol, no vayas a quemarte con tu propio poder. -respondió su jefa, la detective Luna Guerrero.
-Prefiero quemarme que ser un círculo frío, de tamaño mísero que no hace nada útil, prefiero llamarme sol, sinónimo de poder que llamarme Luna, sinónimo de… no sé, no se me ocurre nada amable.-dijo él con malicia.
Luna sonrió y continuó acomodando sus carpetas de archivos policiales.
-No te preocupes, de todas formas hay más que sólo frialdad en la luna, pero no espero que me creas. Muchas cosas no serían lo mismo sin la luna, como ser las mareas, la buena visión durante una noche cerrada, la sensación de compañía para los viajeros extraviados, la inspiración de los escritores y poetas. Realmente, la luna es mucho más importante de lo que se cree.-Bah, ser el sol es mejor. Es símbolo de fuerza, descubrimiento, dinamismo (nadie hace nada divertido cuando hay luna, sólo se duerme). Además siempre se adoró al sol, siempre.
-Como gustes, sin embargo, el sol… no puede verse directamente sin quedar completamente enceguecido o perder la vista. El poder del sol es proporcional al peligro que conlleva hacerle frente. La luna es la Reina del cielo, según la mitología, y, todos dicen que no hay peor infierno que el de ser víctima de una mujer furiosa. Yo que vos cuidaría de no hablar mal de la luna, podría herirte con un haz plateado.
-Bah, no le tengo miedo a un rayito de luna. Yo soy el sol y nadie puede ganarme.
-Sin embargo… tanto en el cielo como en nuestro trabajo, muchas veces la Luna se interpone, y eclipsa completamente al sol.
Matt no supo que responder. Sabía que existían los eclipses de sol, y, lo que lo avergonzaba más, sabía que era verdad, siempre que los casos, por difíciles que fueran, siempre eran resueltos por Luna, incluso le había salvado la vida a él muchas veces. Sí, hoy él se sentía el rey sol pero nunca había logrado eclipsar completamente a Luna. Optó por una repentina sordera y fingió acomodar una pila de papeles.
Luna, que sabía exactamente lo que Matt estaba pensando, acabó de acomodar las carpetas y fue a prepararse un capuccino. Una vez más un rey era destronado por menospreciar a su oponente. Una vez más, la Luna había eclipsado al sol.
FIN

Comentarios
la luina me inspira, el sol me da alimento.
love
Mariela: Me alegra que te gusten mis relatos. Me halaga tu elogio a mi mente.
Muchas gracias a los dos. Un saludo :)
saludos