Sol del olvido

Había una vez una ciudad… o al menos eso creo. La cuestión es la siguiente: no se puede visitar esa ciudad dos veces sin asombrarse, así que la segunda vez no se está realmente seguro de que es la misma de la víspera. Yo mismo tuve que verla tres veces, y recién antes de recorrerla por tercera vez tuve la idea de escribir todo para corroborar que no estaba volviéndome loco. He aquí mi relato: “Me encuentro en la ciudad de Preterición, al menos eso me dijeron cuando pregunté mi ubicación actual. Lo primero que me llamó la atención al salir a caminar luego del desayuno es el ánimo alegre de todas las personas que encontraba en mi camino. Recorriendo las calles de la ciudad noté que frecuentemente tanto niños como adultos se señalaban unos a otros cosas que a mí me parecían normales, como una vitrina, un árbol, un edificio antiguo. Era extraño el nivel de sorpresa que se veía en todos, parecían extremadamente felices de ver cada cosa de su entorno. Este fenómeno se repitió todo ...